Nota de intención
Cuento danzado del coreógrafo Michel Fokine sobre música de Igor Stravinsky,
El pájaro de fuego fue creado en la Ópera de París el 25 de junio de 1910 por los Ballets Rusos de Serge Diaghilev. “Un día, Ivan Tsarévitch descubre un pájaro maravilloso, puro oro y llamas; le persigue pero no puede atraparlo, solo consigue arrancarle una de sus plumas resplandecientes”; así comienza el libreto basado en los cuentos tradicionales rusos. Pero no es ése el retrato del pájaro que vamos a dibujar, ni tampoco el realizado por George Balanchine en 1949 sobre la base de la suite orquestal de 1945 para el New York City Ballet. Stravinsky, quien arreglaría tres suites de su ballet en 1910, 1919 y 1945, confesó al respecto: “Prefiero la coreografía de Balanchine para la versión de 1945 de la suite de
El pájaro de fuego al ballet de Fokine y su música: la música del ballet completo es demasiado larga; y su calidad, desigual”.(1)
(1).
Al igual que Balanchine, utilizamos la suite orquestal de 1945. Maurice Béjart que me permitió bailar la versión en 1979 en el Ballet del Rin, creada en la de la Ópera de París de 1970, trabajó sobre la base de la más corta de 1919. Pájaro portador de esperanza o icono revolucionario que guía a sus correligionarios vestidos con uniforme de campaña, Béjart escribió en su prólogo: “Stravinsky, músico ruso, Stravinsky músico revolucionario. […]
El pájaro de fuego es el fénix que renace de sus cenizas. El poeta, como el revolucionario, es un pájaro de fuego”.
(2) Por nuestra parte, defendemos que los pájaros simbolizan aquello que conecta el cielo y la tierra, tal y como el fénix que se descompone para renacer personifica, en la religión cristiana, la inmortalidad del alma y la resurrección de Cristo. Por lo demás, en su comentario a la partitura el compositor Reynaldo Hahn evoca en 1910: “un soplo muy puro, muy fuerte y que viene de las alturas”.
(3) De ahí la tentación de hacer de
El pájaro de fuego un traficante de luz que lleva al alma del ser humano consuelo y esperanza, como Francisco de Asís, el santo poeta de la naturaleza que conversaba con sus hermanos los pájaros, tanto con aquellos pájaros bellos que gozaban de un gran esplendor como con simples gorriones.
Thierry Malandain, febrero de 2021
(1) Memories and Commentaries de Igor Stravinsky, Robert Craft, 1959, p.33
(2) Maurice Béjart, 1970
(3) Le Journal, 27 de junio de 1910
Medios de comunicación
Thierry Malandain da hoy su versión. Un encantamiento. (...) El folclore ruso ya no tiene cabida aquí, asistimos a la elevación del alma.
Les Echos, Philippe Noisette • 14 de septiembre de 2021
Thierry Malandain (…) Para esta nueva coreografía de El pájaro de fuego ha elegido la suite de concierto de 1945, la elegida también por George Balanchine, a quien rinde claro homenaje en esta coreografía neoclásica depurada, extremadamente elegante con el vestuario luminoso de Jorge Gallardo”.
Concertonet.com, Olivier Brunel • 14 de septiembre de 2021
Malandain y Harriague, brillantes ambos, cada uno a su manera (…) El primero, todo delicadeza y finura; el segundo, de una energía desbordante, dotado de un sentido teatral de la puesta en escena: tienen en común la inteligencia de los cuerpos y de la dramaturgia.
Sud Ouest, Céline Musseau • 14 de septiembre de 2021