Carillon

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25

noviembre

Créé

  • el 26 de noviembre de 1999 En el Esplanade de Saint-Etienne

Musique

  • Jules Massenet

Chorégraphie

  • Thierry Malandain

Décor et costumes

  • Jorge Gallardo

Conception lumières

  • Jean-Claude Asquié

Coproducteurs

  • Festival Massenet • Esplanade de Saint-Etienne • Malandain Ballet Biarritz

Ballet

  • para 12 bailarines

Durée

  • 40 minutos

Nota de intención

Creada en la Ópera de Viena el 21 de febrero de 1882 con coreografía de Josef Hassreiter, Jules Massenet compuso Le Carillon sobre libreto de C. de Roddaz y E. Van Dyck. La acción se desarrolla en Courtrai, Flandes, en el siglo XV. Karl el relojero ama a Berta, hija de la posadera Rombalt, quien preferiría que se casara con Pit el panadero o Jef, el deshollinador. Obligada a elegir, Berta rechaza socarronamente a uno y otro y les repudia: su corazón pertenece a Karl. Un heraldo anuncia la llegada próxima del Duque de Borgoña y añade que si no es recibido con los sones del nuevo carillón de la iglesia de San Martín, se encarcelará al relojero. Kart está desesperado porque aún le queda mucho para terminar su trabajo. Solo, por la noche, Karl reza a San Martín. La iglesia se ilumina y Karl cree ver ángeles haciendo sonar la campana. El relojero corre a contar su visión a Berta, pero su diálogo se ve interrumpido por la llegada de Pit y Jef quienes, deseosos de venganza, suben al campanario a destruir la campana y su mecanismo. Amanece el nuevo día y en el momento en que entra el Duque el carillón comienza a sonar. Los presentes alzan la mirada y ven a Pit y Jef transformados en muñecos de campanario, golpeando la campana con sus martillos. Berta y Karl caen abrazados el uno al otro. Hay obras del pasado que permiten una relectura profunda pero Le Carillon, testimonio sin par de una época pasada, debía seguir intacta y recibir únicamente ciertos toques reafirmantes. Ambiente, Ambiente, me vinieron a la mente los kioscos de música, las matinales dominicales de los teatros de provincias, ese decorado único que sirve para muchas obras, aquella época en la que el único objetivo de un espectáculo era fascinar y festejar los placeres de la vida.
Thierry Malandain

Medios de comunicación

El joven coreógrafo ha logrado el desafío imposible de seguir el argumento original de Le Carillon, cuento popular y milagroso desarrollado en el Flandes medieval. Junto con el decorador Jorge Gallardo, ha logrado vencer todas las trampas más kitsch de la obra para crear un espectáculo ligero, encantador y divertido. Inspirándose en escenas invernales de Bruegel, el decorador chileno ha imaginado pequeñas casas flamencas sobre ruedas y de tela transparente, pintadas en estilo puntillista, en blanco y negro, al igual que el vestuario, muy logrado también. Thierry Malandain concibió este ballet de cuarenta y cinco minutos como un cómic de poses y movimientos humorísticos e ingeniosos para esbozar personajes muy simples [...] Si bien no es una de las obras maestras de Massenet, Le Carillon incluye páginas muy bellas, dirigidas con lirismo absoluto por Giuseppe Grazioli, al mando de la excelente Nouvel Orchestre de Saint-Etienne.
Le Figaro, René Sirvin • 30 de noviembre de 1999
 
Thierry Malandain, quien nunca parece estar carente de ideas, ha optado por no tomar el cuento al pie de la letra. Uno tiene la impresión de estar viendo un espectáculo de marionetas y la compañía borda una pantomima difícil, de gestos bruscos. Los trajes (quizá demasiado uniformes) evocan las vestimentas de los campesinos de Bruegel. Para los catorce bailarines debe ser terrible mantener el ritmo. Pero lo logran con maestría.
Danse conservatoire, Michel Odin • diciembre de 1999

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