Cenicienta

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05

julio

Créé

  • el 3 de junio de 2013 al Kursaal de San Sebastián (Espagne)

Première Française

  • el 7 de junio de 2013 a la Ópera Royal de Versailles con la Orquesta Sinfónica de Euskadi, bajo la dirección de Josep Caballé-Domenech

Musique

  • Serge Prokofiev (Cendrillon op.87)

Chorégraphie

  • Thierry Malandain

Décor et costumes

  • Jorge Gallardo

Direction de la production, conception lumière

  • Jean-Claude Asquié

Réalisation costumes

  • Jorge Gallardo y Véronique Murat asistidos por Anaïs Abel, Nelly Geyrès, Charlotte Guicherd, Charlotte Margnoux, Laura Tavernier

Réalisation décor et accessoires

  • Chloé Bréneur, Alain Cazaux, Annie Onchalo

Perruquiers

  • François Dussourd, Georges Dejardin

Coproducteurs

  • Opéra Royal de Versailles / Château de Versailles • Orquesta Sinfónica de Euskadi • Théâtre National de Chaillot • Opéra de Reims • Teatro Victoria Eugenia – San Sebastián • Estate Teatrale Veronese • Lugano in Scena • Teatro Mayor de Bogotá • Artevent – Regione de Veneto • Teatros del Canal – Madrid • Théâtre Olympia d’Arcachon • Espace Jéliote – Scène Conventionnée CCPO d’Oloron Sainte-Marie • Malandain Ballet Biarritz

Ballet

  • para 20 bailarines

Durée

  • 94 minutos

Co-productions

  • Opéra Royal de Versailles / Château de Versailles • Orquesta Sinfónica de Euskadi • Théâtre National de Chaillot • Opéra de Reims • Teatro Victoria Eugenia – San Sebastián • Estate Teatrale Veronese • Lugano in Scena • Teatro Mayor de Bogotá • Artevent – Regione de Veneto • Teatros del Canal – Madrid • Théâtre Olympia d’Arcachon • Espace Jéliote – Scène Conventionnée CCPO d’Oloron Sainte-Marie • Malandain Ballet Biarritz

Carpeta de presentacion

Nota de intención

Respetando la dramaturgia de Cenicienta y la partitura de Prokofiev, Thierry Malandain aporta una visión muy personal, explorando ciertos temas que le gustan especialmente. Cenicienta, es el recorrido de una estrella. Une estralla danzante. Malandain nos lleva por el camino de la realización. El que pasa por la duda, el rechazo, el sufrimiento y la esperanza para llegar por fin a la luz. A través de esta visión, hecha de cenizas y de magia, a ratos trágica, a ratos cómica, se escribe algo universal…
Thierry Malandain

Premios y distinciones

2014
Para su balete Cendrillon, Thierry Malandain recibió en 2014 en Berlín el « Premio del Mejor Coreógrafo » en los Taglioni European Ballet Awards, otorgado por la Fundición Malakhov.

Medios de comunicación

El pasado mes de junio la Ópera Real de Versalles fue el escenario delicioso de la Cenicienta de Prokofiev firmada por Thierry Malandain, uno de los escasos coreógrafos franceses que desarrolla sus investigaciones en el jardín del neoclasicismo. A diferencia del espectáculo de luces y sombras escul- pido en su día por Maguy Marin (que sigue de gira aún), Thierry Malandain ofrece una lectura más luminosa en la que la figura de la hijastra maltratada tiene una presencia mayor... Cenicienta –acom- pañada a menudo de su frase fetiche, que sobrecoge el corazón-, pasa mucho tiempo en el suelo, aplicando el trapo con gesto resignado. ¡Pero qué vitalidad cuando corta en diagonal y toma al asalto el escenario!
Télérama, Emmanuelle Bouchez • 21 de agosto de 2013
Cenicienta no deja de inspirar. Un día cualquiera, como ocurre con la Consagración de la Primavera, el cuento se convierte en desafío para todo coreógrafo. Thierry Malandain no ha luchado contra esa atracción y su versión, fiel a la de Prokofiev y su universo fantástico, es un éxito.
Le Figaro Magazine, François Deletraz • 2 de agosto de 2013
En la línea de las grandes coreografías de Cenicienta, como por ejemplo la que creó en 1948 Frederick Ashton o la que escenificó en 1986 Rudolf Nureyev (en la que únicamente la madrastra era interpretada por un hombre sobre puntas), la opción de Thierry Malandain traza una vía ni demasiado agresiva ni demasiado burlesca. En cuanto a su escritura, dibujada de manera fluida e ingeniosa sobre sólidas bases clásicas, insufla un aire de levedad y frescor que hace flotar a Cenicienta.
La Scène, Rosita Boisseau • 21de junio de 2013
Un decorado compuesto por zapatos de tacón de aguja colgados de las paredes, una rueda Cyr a modo de carroza y nada más: solo danza, todo por la danza. Es lo único por lo que apuesta Thierry Malandain. No hay colores en esta Cenicienta que transcurre durante hora y media en una esceno- grafía rica únicamente en algunos matices de gris. La danza estructura, cuenta, encandila.
Le Figaro, Ariane Bavelier • 11 de junio de 2013
Thierry Malandain, por su parte, ha ideado para Cenicienta una coreografía extremadamente fluida, ágil, ligera, vaporosa en ocasiones, ingeniosa a menudo y espiritual en todo momento, ejecu- tada por bailarines extraordinarios distribuidos también de manera extraordinaria. La compañía es de dimensión modesta (20 bailarines en escena), por lo que cada uno de ellos tiene un papel interesante y lo ejecuta con convicción. Observándola, se comprende fácilmente que esta compañía trabaja en un ambiente donde reina la armonía, y ello se deja translucir en el escenario de manera muy sensible. [...] Una de las virtudes de Thierry Malandain es su honestidad innata. Y ello se refleja en su trabajo, donde todo apunta a una búsqueda de lo justo, de lo elocuente, con el fin de evitar en la medida de lo posible los lugares comunes y aspectos áridos de un ballet narrativo. El conjunto de la obra resulta vivo, creativo y, en algunos momentos, ingenioso.
Le Nouvel Observateur, Raphaël de Gubernatis • 7 de junio de 2013
Después de Rudolf Noureev, Frederik Ashton o Heinz Spoerli, Thierry Malandain se viste de caballero blanco, en este caso del Príncipe azul. Este trabajador empedernido, que se levanta al alba, ha escuchado una y mil veces las notas del diablo ruso. [...] Músico de alma, sabrá, como siempre, unir los sonidos y los cuerpos en un impulso común. [...] La decoración está plantada en un escenario amplio, audaz, ligero, y puede que amenazante, con su centenar de escarpines suspendidos a la luz de la luna, como si fueran grandes pájaros negros. [...] Cenicienta está allí, misteriosamente presente. Los elfos y los alumbrados mantienen sus promesas. Y ahí da comienzo el baile, el amplio remolino de siluetas negras y brillantes donde Prokofiev hace bailar las notas cortantes. Desesperanza, amor, confianza. Nunca antes se ha visto tal fuerza en este ballet que baila entre lo luminoso y lo oscuro. Salvo en Maguy Marin. Como ella, no ha sido en vano que Thierry Malandain haya despertado la chica de las cenizas.
L'Express, Laurence Liban • 27 de mayo de 2013

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