Thierry Malandain

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Biografía

Thierry Malandain, nacido el 13 de abril de 1959 en Petit-Quevilly, siguió la trayectoria natural de un bailarín clásico, pero con un marcado gusto por los márgenes y una tenacidad fuera de lo común. En lugar de seguir las grandes escuelas de danza, recibió clases de Jacques Chaurand, Monique Le Dily, René Bon, Daniel Franck, Gilbert Mayer y Raymond Franchetti: todos ellos maestros eminentes y fascinantes, con personalidades tan fuertes como pintorescas. Violette Verdy, que presidía el concurso de Lausana, al que se presentó en 1978, le contrató en la Ópera de París para la temporada 1977-1978. Allí conoció a Jean Sarelli, entonces «El» maestro de ballet, y le siguió cuando éste se convirtió en director del Ballet du Rhin. Thierry Malandain permaneció en Mulhouse hasta 1980, cuando se incorporó al Ballet Théâtre Français de Nancy, dirigido por Hélène Traïline y Jean-Albert Cartier. Su contrato duró hasta 1986. Fue durante estos seis años en Lorena cuando tuvo sus primeras experiencias exitosas como coreógrafo: en 1984, ganó el 1er Premio del concurso Volinine con Quatuor op3, con música de Guillaume Lekeu, y después de Maguy Marin, en 1985 y 1986, el 1er Premio del concurso de Nyon (Suiza) con Sonatine, con música de Karlheinz Stockhausen, y Métamorphosis, con música de Benjamin Britten. Cabe destacar la exigente elección de la música y la ambición de sus propuestas.

En 1986, Thierry Malandain se la jugó. Abandonó el Ballet Théâtre Français de Nancy con ocho bailarines y fundó la compañía Temps Présent, que se instaló en Elancourt (78), en las afueras de París. Eligió deliberadamente los márgenes y se aseguró de que su trabajo fuera titánico. La temporada siguiente obtuvo la Fondation de la Vocation, la Fondation Oulmont y el 1er Premio del concurso coreográfico de La Baule, el 1er Premio del concurso coreográfico de Vaison-la-Romaine y, en París, con Angelin Preljocaj y Claude Brumachon, el Prix de la Nuit des Jeunes Créateurs… Piezas como L’Homme aux semelles de vent (1986), con música de Benjamin Britten, que se convirtió en Les Illuminations (1989) para el bailarín Patrick Dupond y el Ballet Nacional de Nancy, o Edgar Allan Poe (1988), basada en partituras de Claude Debussy y André Caplet, y sobre todo Folksongs (1986), con música de Benjamin Britten -que fueron recuperadas por varias compañías, entre ellas el Ballet de Tours de Jean-Christophe Maillot- contribuyeron a consolidarle como joven promesa. En pleno Año de la Danza (1988), todo el mundo hablaba de las aventuras de la Jeune Danse Française, y Thierry Malandain era el coreógrafo que, como sus colegas, trabajaba para desarrollar la danza en los suburbios, al tiempo que afirmaba su apego al vocabulario clásico. Incluso coreografía ballets para compañías de ópera, como Danses qu’on croise (1987), con música de Johannès Brahms para el Ballet de l’Opéra de Nantes. Este singular posicionamiento desconcertó al medio coreográfico francés, pero no frenó su audiencia internacional. Al contrario, sobre todo en Bélgica se empezó a hablar del francés, que ese mismo año (1990) creó Les Sylphides, con música de Frédéric Chopin para el Ballet royal de Wallonie y Petite Lune (música de Dmitri Shostakovich) para el Ballet royal de Flandres, un espectáculo…

En 1991, Thierry Malandain puso en escena Pulcinella, de Igor Stravinsky, en el escenario de lo que aún era la Maison de la Culture de Saint-Etienne. El director, Jean-Louis Pichon, estaba orientando la institución hacia su nuevo papel de Opéra-Théâtre (se convertiría en L’Esplanade en 1994). Sabía que necesitaba un coreógrafo sensible a la música y capaz de ofrecer una fuerte actividad en este campo. Pidió a la compañía Temps Présent que le acogiera como residente en Saint-Etienne. Fue el comienzo de una aventura de seis años en la que el coreógrafo creó varios de sus ballets más aclamados: La Fleur de pierre (1994) de Serge Prokofiev, l’Après midi d’un faune (1995) de Claude Debussy, Ballet mécanique (1996) de Georges Antheil, Sextet (1996) de Steve Reich, El Cascanueces (1997) de Pyotr Ilyich Tchaikovsky… y un proyecto muy original: recrear los ballets del compositor de Saint-Etienne Jules Massenet.

Fue en 1997 cuando el coreógrafo recibió una propuesta: el Ministerio de Cultura y Comunicación y la ciudad de Biarritz le ofrecían fundar el primer centro coreográfico de estilo clásico contemporáneo en la estación balnearia vasca. El acuerdo fue tan rápido que en septiembre de 1998 nació el Centre Chorégraphique National – Ballet Biarritz, que se instaló en la Gare du Midi, un vasto edificio desierto de trenes, cuyas dos altas torres cuadradas dominan los apacibles jardines de Biarritz.

La actividad de la compañía no disminuyó. En 1999, con el apoyo continuado de Jean-Louis Pichon, la compañía comenzó a representar las obras completas de Massenet, entre ellas Le Cid, Le Carillon y Cigale. En 2000, La Chambre d’Amour, creación musical de Peio Çabalette, evocaba una bella leyenda local como homenaje a las nuevas raíces del coreógrafo. En 2001, fue un famoso programa de Hommage aux Ballets russes, lleno de brío e irreverencia.

En 2003, con Les Créatures, con música de Ludwig van Beethoven, el Ballet de Biarritz dio un gran paso creativo. La pieza, fuerte, gráfica y ambiciosa, desprende una madurez y una soltura que le han valido un reconocimiento considerable. Por primera vez, gracias a Dominique Hervieu y José Montalvo, la compañía actuó oficialmente en París (Théâtre national de Chaillot), mientras que en Moscú, Les Créatures fue nominada para el Benois de la Danse y en Cuba recibió el Premio de la Crítica en el XIX Festival Internacional de Ballet de La Habana.

En 2004, Le Sang des Etoiles confirmó este éxito. A partir de ese momento, el CCN se convirtió en uno de los que ofrecían un mayor número de espectáculos anuales, con una fuerte presencia internacional. La institución también creció en poder. En 2000, la capacidad de Thierry Malandain para inspirar acuerdos le llevó de forma casi natural a ser nombrado director de Temps d’Aimer, festival organizado por la ciudad. Ese mismo año fundó en Donostia-San Sebastián un ballet juvenil transfronterizo con la comunidad vasco-española. Durante cuatro años, todo esto funcionó al mismo tiempo.

En 2005, deseoso de concentrarse en su trabajo, el coreógrafo abandona la dirección artística del festival Temps d’Aimer. A continuación, creó dos obras en el espíritu del ballet prerromántico, Les Petits Riens (2005) de Wolfgang Amadeus Mozart y Don Juan (2006) con partitura de Christoph Willibald Gluck, mientras que con L’Envol d’Icare (2006), con música de Alfred Schnittke y nominada en Moscú en los premios Benois de la Danse, cumplió su primer encargo para el Ballet de la Ópera de París. Muchas de las 80 obras de Thierry Malandain figuran también en el repertorio de otras grandes compañías, de Caracas a Hong Kong, pasando por West Palm Beach, Aspen, El Cairo, Riga, Túnez, Karlsruhe y el Ballet Sadamatsu Hamada, el Teatro di San Carlo de Nápoles, la Staatsoper y la Volksoper de Viena. En Francia, el Ballet de l’Opéra national du Rhin, el Ballet national de Marseille, el Ballet de l’Opéra national de Bordeaux, el Ballet du Capitole de Toulouse, etc.

2008, es el año de L’Amour sorcier de Manuel de Falla y Le Portrait de l’infante de Diego Vélasquez, con música de Maurice Ravel y tres Meninas del pintor y escultor español Manolo Valdès. Pero parece imposible alejarse demasiado del campo. A finales de 2008, tras celebrar diez años en la ciudad, a petición de Didier Borotra, Alcalde de Biarritz, el coreógrafo asumió la dirección del festival le Temps d’Aimer. Ello no le impidió remontar en diciembre una nueva producción de Carmen (1996), con música de Franz Schubert, la obra que dio lugar a su nombramiento como director del CCN Ballet Biarritz.

En agosto de 2009, Thierry Malandain recibió el rango de Officier des Arts et Lettres. Comenzaba una nueva era para el coreógrafo bajo el nuevo nombre de «Malandain Ballet Biarritz». Le siguieron la creación de Magifique (2009), con música de Piotr Ilich Chaikovski, y Romeo y Julieta (2010), de Hector Berlioz, dos ballets que fueron aclamados por el público y la crítica. Con Lucifer (2011), Thierry Malandain colabora con un compositor, Guillaume Connesson, por segunda vez en su carrera. La partitura fue estrenada por la Orchestre de Pau Pays de Béarn dirigida por Fayçal Karoui, que también es director musical del New York City Ballet. En 2012, para celebrar diez años de rica colaboración, la Ópera de Reims encargó un ballet a Thierry Malandain. Con carta blanca, el coreógrafo aprovechó la oportunidad para explorar otro universo musical al ambientar Une Dernière chanson con canciones tradicionales francesas interpretadas por Le Poème Harmonique de Vincent Dumestre. Esta obra recibió el Gran Premio -categoría danza- del Syndicat de la Critique Théâtre, Musique et Danse en 2012.

En 2013, en un momento en el que el Malandain Ballet Biarritz representa ya más de cien espectáculos al año, a petición de Laurent Brunner, Director de la Ópera Real de Versalles, el coreógrafo creó Cenicienta con la partitura de Serge Prokofiev. Además del maravilloso marco de la Ópera Real del Castillo de Versalles, bajo la dirección de Josep Caballé-Domenech, las representaciones contarán con la participación de la Orquesta Sinfónica de Euskadi de Donostia-San Sebastián. Triunfo de humanidad, Cenicienta fue unánimemente aclamada por la prensa y el público, y en 2014 Thierry Malandain recibió el Premio al Mejor Coreógrafo en los Taglioni European Ballet Awards de Berlín, otorgado por la Fundación Malakhov.

En 2017, tras las representaciones en París de su creación Noé en Chaillot-Théâtre national de la Danse, Malandain Ballet Biarritz recibió el premio a la ‘Mejor Compañía’ de la Association professionnelle de la critique de théâtre, de musique et de danse.

En 2019, Thierry Malandain fue elegido miembro de la Académie des beaux-arts en la sección coreográfia, junto con Blanca Li, Angelin Prejlocaj y Carolyn Carlson.

En 2020, Thierry Malandain es nombrado en la sección coreógrafia del premio SACD 2020.

En 2021, en el marco de su compromiso de apoyo a los bailarines jóvenes y emergentes, Thierry Malandain compartirá cartel con Martin Harriague, artista asociado del CCN Malandain Ballet Biarritz, para una velada de Stravinsky. Ambos crearon respectivamente El pájaro de fuego y La consagración de la primavera en la Scène nationale Le Cratère de Alès y después en el Chaillot-Théâtre national de la Danse de París.

En 2023
, a partir de una idea de Laurent Brunner, director de Château de Versailles Spectacles, y Stefan Plewniak, violinista y primer director de la Ópera Real de Versalles, Thierry Malandain creará Les Saisons con música de Antonio Vivaldi y Giovanni Antonio Guido. El estreno tendrá lugar el 25 de noviembre de 2023 en el Palais des Festivals de Cannes – Festival de Danse Cannes – Costa Azul Francia y después en la Ópera Real de Versalles con la Orquesta Real de Versalles dirigida por Stefan Plewniak.

Fechas clave

1959
Nacido en Petit-Quevilly (Seine-Maritime) Enseñado por Monique Le Dily, René Bon, Daniel Franck, Gilbert Mayer y Raymond Franchetti.
1977
Bailarín de la Ópera Nacional de París, del Ballet del Rin y del Ballet Teatro Francés de Nancy
1986
Fundación de la Compagnie "Temps Présent" (Elancourt y Saint-Etienne)
1992
Instalación en la Esplanade Saint-Etienne Opéra, en calidad de empresa asociada
1998
Director del Centre Chorégraphique National de Biarritz
2004
Nominación al Benois de la danse y Premio de la Crítica a la Mejor Interpretación Extranjera en el XIX Festival Internacional de Ballet de La Habana por "Les Créatures".
2005
Premio de Cultura de la Fundación Sabino Arana de Bilbao
2006
2ª nominación en los Benois de la danse con Envol d'Icare creado para el Ballet de la Ópera de París
2009
Director artístico del Festival Le Temps d'Aimer
2012
Premio de la crítica por "Une Dernière chanson" (Una última canción)
2014
Premio Taglioni de Ballet Europeo en la categoría de "Mejor coreógrafo" por "Cenicienta".
2017
Premio a la mejor compañía del año de la Association Professionnelle de la Critique por "Noé".
2018
Noé nominado al premio Benois de la danse
2019
Elegido miembro de la Académie des beaux-arts, sección de coreografía
2020
Precio SACD sección de coreografía