Créé
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Creación / Eurocidad Vasca Teatro Victoria Eugenia de Donostia / San Sebastián los 14 y 15 de enero de 2017
Première Française
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Chaillot - Théâtre National de la Danse (Paris) del 10 hasta el 14 mayo de 2017
Musique
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Gioacchino Rossini - Messa di Gloria
Chorégraphie
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Thierry Malandain
Décor et costumes
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Jorge Gallardo
Conception lumières
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Francis Mannaert
Réalisation costumes
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Véronique Murat
Conception décor et accessoires
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Frédéric Vadé
Coproducteurs
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Chaillot – Théâtre National de la Danse (Paris) • Opéra de Saint-Etienne • Donostia Kultura - Teatro Victoria Eugenia de Donostia / San Sebastián – Ballet T • CCN Malandain Ballet Biarritz
Partenaires
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Opéra de Reims, Théâtre de Gascogne - Le Pôle, Theater Bonn (Allemagne), Forum am Schlosspark – Ludwigsburg (Allemagne)
Ballet
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para 22 bailarines
Durée
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70 minutos
Carpeta de presentacion
Nota de intención
«A través del mito del Diluvio, común a diversas tradiciones, la gura optimista de Noé encarna algo semejante a una ruptura en la historia de la humanidad. Como recapitulación del pasado, como preparación del futuro, simboliza el nacimiento de un mundo nuevo, mejor que el anterior. Una segunda Creación que borra la primera, alterada por el mal y la debilidad de los hombres. En consecuencia, un nuevo Adán, uno que no ha surgido de la tierra, sino del agua, que en el Génesis interviene primero como elemento mortal antes de ser símbolo de vida: efectivamente, al salir del Arca, a la vez matriz y cuna, Noé y los suyos van a repoblar el mundo. Esta narración, continuación de otras epopeyas de la misma naturaleza, se interpreta a diversos niveles. De este modo, por ejemplo, san Agustín intentó demostrar que las proporciones del Arca corresponden a las del cuerpo humano, «que es también el cuerpo de Cristo, que es también la Iglesia», mientras que Paul Claudel hizo del Arca salvadora una catedral, una nave surcando el cielo. Cabe también la posibilidad de imaginarnos convirtiendo a Noé en un ser humano colectivo que sube al arca de sí mismo, para liquidar una existencia pasada y volver a empezar a partir de cero, extrayendo nuevas energías en los abismos de su propio ser. Por esta razón, a excepción de la paloma, signo de esperanza de una nueva vida, no embarcaremos a la totalidad de los animales, sino sólo a una humanidad en movimiento, gura simbólica y danzante de Noé iluminado por los rayos de un sol nuevo.»
Thierry Malandain
Premios y distinciones
2017
Medios de comunicación
¡Cuidado, obra maestra! Rara vez una coreografía está a la altura de esta descripción, de la que, por nuestra parte, nos abstenemos de abusar.Le Figaro, Ariane Bavelier • 11 de mayo de 2017
El estilo incisivo de Malandain es autosuficiente y no necesita ser exagerado. Para que la danza siga viva, hay que leerla con la mente abierta.Le Monde, Rosita Boisseau • 16 de mayo de 2017
El hombre que nos ha acostumbrado a infinitos encajes de movimiento (véase su espléndido ballet Cenicienta) ofrece aquí otro aspecto de su arte.Télérama, Emmanuelle Bouchez • 11 de mayo de 2017
La danza malandrina nunca deja de sorprender y seducir. (...) "Las evocaciones furtivas sumergen de repente al espectador en una distancia arcaica, algo fresco, picante, alegre que electriza el transcurso de este soberbio ballet.L'Express, Laurence Liban • 16 de mayo de 2017
Sin embargo, esta inundación parece ser más afortunada que cataclísmica. Esta impresión se ve reforzada por la música: la Messa di Gloria de Rossini, con sus brillantes colores y vibrantes vuelos de fantasía.La Croix, Marie Soyeux • 15 de mayo de 2017
Hoy en día, Thierry Malandain es uno de los pocos coreógrafos que se atreven con un estilo de movimiento tan agudo, como un eslabón entre lo clásico y lo moderno. Con "Noé", lleva a su público a un mar de colores cambiantes. Y atrévete a soñar con un horizonte sereno.Les Echos, Philippe Noisette • 15 de mayo de 2017
Si Noé quiso cambiar el mundo en cuarenta días, aquí basta una hora de danza para cambiarnos a nosotros. Salimos del programa con confianza en nuestro futuro y en sintonía con nosotros mismos. ¿No es eso el arte?Le Figaro Magazine, François Delétraz • semana del 12 de mayo de 2017
Nos sorprende este extraño ascetismo bíblico, y nos estremecen las secuencias totalmente geométricas, como en un fresco románico, donde los bailarines deslizan su movimiento de uno a otro, en una cadena de identidad compartida, o los episodios de sacudidas primitivas.Concertclassic.com, Jacqueline Thuilleux • 13 de mayo de 2017