Créé
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el 6 de junio de 1996 por la compañía Temps Present en la Ópéra Théâtre de Saint-Etienne
Nouvelle Production
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Malandain Ballet Biarritz el 21 de diciembre de 2008 en la Gare du Midi de Biarritz
Musique
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Franz Schubert
Chorégraphie
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Thierry Malandain
Décor et costumes
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Jorge Gallardo
Conception lumières
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Jean-Claude Asquié
Coproducteurs
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Teatro de Sant Cugat • Opéra Théâtre de Saint-Etienne • Grand Théâtre de Reims • L’Onde de Vélizy Villacoublay • Teatro Victoria Eugenia de San Sebastián • Les Amis de Malandain Ballet Biarritz • Malandain Ballet Biarritz
Ballet
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para 16 bailarines
Durée
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45 minutos
Carpeta de presentacion
Nota de intención
El destino de Carmen, aunque no tenga sus orígenes en la mitología, no deja por ello de ser intemporal. En muchos aspectos, su enfrentamiento con Don José conecta con la colisión entre Eros y Tanatos : el Amor y la Muerte. Dotada de une naturaleza tremendamente independiente e irreverente, Carmen se precipita, como las heroínas de las tragedias clásicas, hacia un fin que ella misma sabe que es fatal. En la novela de Prosper Mérimée, que es el hilo conductor de esta versión, cultiva la paradoja de « la oscura claridad ». Mujer solar, mujer lunar, se regenera en el amor que busca por doquier y sin concesión. Lo pagara con su vida.
Thierry Malandain
Medios de comunicación
Casi 10 anos antes de crear su Don Juan, Thierry Malandain creó en 1996 su Carmen. Y qué Carmen : seductora, sin duda alguna, pero igualmente fuerte e interesante. Como Don Juan, ella persigue el amor a través de amoríos, falda y cabellos al viento, entregada a su deseo siempre en movimiento, siempre cambiante, en busca de su propio misterio, y al igual que su doble masculino, afronta la muerte en pie, con bravura. Don José, patético por su rigidez y loco de amor, no le llega a la altura de los zapatos. Malandain, que se basó en la novela de Prosper Mérimée, reduce las anécdotas y personajes para centrar la acción dramática en torno al dúo Carmen/Don José. El gesto de Malandain, tan reconocible ya con sus saltos largos y dinámicos, sus flexiones elásticas, muestra aun la influencia lejana de Martha Graham, que asimilará posteriormente a su manera. Un ingenioso sistema de paneles amovibles permite pasar de una escena a otra sin cortes, y el color doble del decorado y el vestuario, amarillo brillante del amor y negro intenso de la muerte, acentúa aún más el enfrentamiento entre amor y muerte.Ballet 2000, Sonia Schoonejans • marzo-abril de 2009
Con un agudo sentido de la dramaturgia y de la escenografía, Thierry Malandain vuelve a centrar la acción en el ritual de amor y muerte imaginado por Prosper Mérimée. Pero cuando se trata de evocar la pasión destructiva sustituye el rojo del rigor por el amarillo, sobre fondo negro, evidentemente. Intensas escenas corales interpretadas por una compañía brillante acompañan a los dúos, sensuales y vigorosos al mismo tiempo, comenzando por el de la habitación, que no desmerece un ápice al dúo - legendario - de Roland Petit.24 heures de Lausanne, Jean-Pierre Pastori • 24 de enero de 2009
Sobre el cuarteto La Muerte y la Doncella de Schubert, el Ballet Biarritz confirió a la novela de Mérimée una lectura de una simplicidad punzante. Con una elegancia de líneas y una evidencia solar que vincula a este drama sobre los celos con tragedia griega, la atracción carnal que une a los dos héroes se impuso en un dúo de sensualidad vibrante.Danser, Isabelle Calabre • marzo de 2009
